El camino para recuperar y mantener una buena salud es continuo luego de una hospitalización, particularmente para personas con amputaciones. En el caso de estos, al perder una extremidad su cuerpo sufre desintegración física, provocando debilidad en extremidades existentes, debilidad, sensaciones fantasmas, todo esto provoca inseguridad, desbalance, aumentando las posibilidades de sufrir caídas. Es por eso que el ejercicio o actividad física es parte fundamental de su rehabilitación. A medida que sus actividades físicas se tornen repetitivas, van adquiriendo destreza, fuerza y coordinación. Además de los beneficios a su condición física, también obtienen beneficios psicológicos, especialmente su autoestima, confianza y autosuficiencia. Practicar algún deporte o ejercicio físico les ayuda a mejorar su salud, bienestar y calidad de vida. Además, les permite desempeñarse mejor en su vida diaria, con familiares, amistades y en el trabajo.
Otros de los beneficios de mantenerse activo y realizar actividades físicas lo son, pero no se limitan a; tener buena circulación sanguínea, músculos más fuertes, mejor equilibrio y buena coordinación. Así mismo, a evitar problemas y complicaciones por el aumento de peso, como aumento de los niveles de azúcar, presión arterial y colesterol, entre otros. . Una excelente opción es unirse a un grupo de apoyo o un deporte grupal ya que todos comparten la misma fuerza de enfrentar retos, deseo de salir adelante y positivismo ante los nuevos retos de su vida.
Antes de comenzar a practicar cualquier actividad física, es importante obtener la aprobación de su equipo médica y de rehabilitación. Además de los médicos, deben contar con un equipo de trabajo multidisciplinario que debe componerse de profesionales expertos en nutrición, psicología, terapia física y ocupacional. Tener la opinión de alguien con conocimientos sobre el ejercicio y sobre cómo funciona el cuerpo será muy beneficioso. Además, la nutrición es un factor importante en su cambio de estilo de vida saludable. Debe, además de realizar actividades físicas y ejercicios, prestarle atención a lo que come y a su nutrición, asegurándose de considerar cualquier aspecto cardiovascular o relacionado con la diabetes. No lo vea como “dietas” o rutinas estrictas de ejercicios, sino véalo como “estilo de vida saludable”. Recuerde que en RPS Medical somos una pieza esencial en su vida durante este proceso. Cuente con nosotros para canalizar o coordinar cualquier ayuda, de ser necesario.